ÓRDAGO A LA CRÍTICA

Encuentro una interesante consideración de Macedonio Fernández sobre los críticos literarios y la profesión en sí. Es desencantada pero con lamentables visos de verdad en ocasiones: "Sois los eternos esperadores de la perfección, y los cotidinanamente reducidos a elogiadores de la encuadernación" ("Carta a los críticos", Museo de la novela de la Eterna).

APUESTA EN ABISMO

La noche transcurre viscosa
meciendo épicas
con antorchas exhaustas en la pista.
Nos abrigas cuando al filo de otra edad,
hendimos tus labios febles.

Parpadean lúbricos los rombos
ceñidos contra la avenida.
Madrid posa con lascivia
mientras libas la cita eterna
que nadie recuerda,
y tú juegas con mis arcanos
y ella hace apuestas en abismo
y nosotros todavía así,
con la ciudad rasgada,
tendiendo a infinito.

Vídeo de la presentación del libro en el Centro Cultural de España en Buenos Aires http://www.ustream.tv/recorded/2053291

Hace seis meses salió publicado en la editorial suiza Peter Lang mi libro sobre el escritor argentino Ricardo Piglia. Su título es En los bordes fluidos. Formas híbridas y autoficción en la escritura de Ricardo Piglia y en él se analiza la obra del autor desde el prisma de ciertas teorías postmodernas. Otros autores y poéticas desfilan por el texto para iluminar el estudio, que se acerca por momentos a la literatura comparada: Borges, Macedonio Fernández, Italo Calvino, Enrique Vila-Matas, Sergio Pitol, Roberto Bolaño, Héctor Libertella, John Berger, Claudio Magris....

"La lengua de Buenos Aires se desplazaba tan rápido que primero aparecían las palabras y después llegaba la realidad, y las palabras seguían cuando la realidad ya se había marchado" (Tomás Eloy Martínez. El cantor de tango).

ZONA ROJA

Alzas su telón de rojos y

ocres húmedos. La ignoras

ahogada en tus pinturas siniestras

y en el carmín holgado que blandes

durante la escalada hacia el subsuelo.

Miradas predadoras se detienen sobre

senos estrenados para la ocasión

con el primor de una estrategia distraída.

Hacer público tu anonimato.

Dejar el guión suspendido allí

mientras tus pinturas se licuan torpes,

en los bastidores del Metro Sur

recién amanecido.